Hace ya más de cuatro años, en agosto de 2012, el irundarra David Rodríguez Losada, rodeado de un grupo de amigos y profesionales entusiastas del cine como él, iniciaba, en la gasolinera Uranzu, en la avenida de Navarra, el rodaje de su primer largometraje, La noche del ratón, un thriller que él y su equipo querían que fuera “una carta de presentación” para poder abordar futuros trabajos”. Y vaya si lo consiguieron.

Más de un año después, colgaron en el circuito interno del Zinemaldia donostiarra, dirigido y restringido al uso de productores y distribuidores internacionales, un montaje preliminar de la película, cuya posproducción se iba alargando en el tiempo debido, entre otros motivos, a que el director y su equipo tenían que compaginar las tareas con sus dedicaciones profesionales.

“Cual fue la sorpresa, cuando tuvimos dos contactos en paralelo desde los Estados Unidos. Una distribuidora, Shoreline Entertainment, se interesó por los derechos de La noche del ratón, y un festival, el de Santa Barbara, nos invitaba a estrenarla allí”, recordaban ayer el propio Rodríguez Losada, de 35 años, y los también irundarras Noemí Chico, directora de arte del filme, de 34 y Rubén Ávila, de 34 años y coguionista.

VORÁGINE Tres años después, los protagonistas de esta aventura, que se rodó con un presupuesto de solo 6.000 euros, han vivido una vorágine que “jamás” se hubieran imaginado. Shoreline Entertainment compró los derechos y representa a sus creadores en el mercado americano, donde tienen “un par de proyectos que podrían cuajar”. La película se estrenó en enero de 2015 en el Festival de Santa Barbara y después, ha pasado por festivales en Nantes, Annecy, Moscú y Lieja, la han premiado en Málaga y Ciudad Real, se ha visto en Donostia, Bilbao, Madrid y Barcelona. Ya está en el mercado de Japón, Taiwan y Corea del Sur en DVD y saldrá aquí en este mismo formato el próximo 15 de diciembre.

Pero antes, hoy mismo en el centro cultural Amaia de Irun, a las 20.00 horas, La noche del ratón vuelve a su origen. Podrá verse en pantalla grande, algo que a sus creadores les hace “muchísima ilusión
”