IRUN. Ocho espacios distintos de Irun en su concepción, origen y estado urbanístico, social y económico. La crisis económica y el desánimo generalizado imperante, de fondo. Tomar todo eso y crear conceptos e ideas de transformación en clave positiva y optimista. Ese es el reto que un centenar de alumnos de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño Kunsthal de Irun afrontan, desde el lunes hasta este viernes, en un taller titulado Ser feliz es algo muy serio. Es la particular forma con la que esta escuela quiere celebrar los quince años de vida que cumple.
"El objetivo es que los alumnos se empapen del entorno que les rodea, asimilen las sensaciones que les produce y a partir de ahí, creen y conciban ideas, instalaciones, diseños o performance artísticas; es un ejercicio que se hizo en el primer año de andadura de Kunsthal, hace ya quince años, y que hemos querido repetir en esta ocasión", explicaba ayer la directora de este centro, Marian Rubio.
El centenar de alumnos que participan en esta particular acción de celebración se ha dividido en ocho grupos y cada uno tiene por objeto de trabajo una zona de la ciudad: El barrio de Olaketa, de nuevo cuño, con profusión de VPO y caracterizado por su funcionalismo; la plaza Txanaleta y el puente de la estación, espacios de transición y con mucha influencia del ferrocarril; el entorno comercial de Luis Mariano, Mendibil y la plaza del Ensanche; Ficoba, el puente de Santiago y su zona comercial, como frontera; la Parte Vieja, casco histórico de la ciudad; el parque de la Sargia, como uno de los espacios públicos exteriores emblemáticos de Irun; la columna vertebral urbana que conforman el paseo Colón y la calle Hondarribia; y por último, la estación ferroviaria y todo su entramado de instalaciones y zonas industriales.
PRIMER CONTACTO En rueda de prensa junto a la directora de Kunsthal y al edil de Educación y Juventud de Irun, Fernando San Martín, el profesor y coordinador de Ser feliz es algo muy serio, Tomás Carrascal, explicó que "el lunes, los alumnos fueron a ver los lugares sobre los que les ha tocado trabajar, a tener un contacto físico sobre lo que van a estar concibiendo ideas estos días. El segundo paso es documentarlo todo en fotos y vídeos, para luego sentarse y hablar de las sensaciones que les produce ese espacio".
A partir de ahí, el objetivo del taller es "sacar ideas en clave positiva y optimista, con mensajes que se harán realidad en piezas de diseño físico como carteles, flyers, mobiliario o intervenciones paisajísticas; en piezas virtuales como blogs, llamamientos por Internet o acciones que utilizarán las redes sociales; o incluso cualquier otra acción o formato que los alumnos propongan, todo ello, con los medios más modestos, tirando de imaginación, objetos o materiales reciclados, sin contar con un presupuesto específico para ello".
El taller tiene como objetivo "mostrar que el diseño no es algo vacío y elitista, como piensa a veces la gente, sino que puede ser una herramienta para mejorar la vida de una ciudad y de las personas que viven en ella", explicaba Marian Rubio.
El resultado de este taller Ser feliz es algo muy serio se expondrá el viernes, en la fiesta de aniversario que la escuela Kunsthal va a celebrar en la sala Tunk! de Irun, "un acto abierto a todas las personas interesadas".
ANDADURA IMPORTANTE Por otro lado, Marian Rubio, que dirige Kunsthal desde hace cinco años, hacia ayer un balance positivo de los quince años de vida de este centro. "Lo nuestro era algo muy nuevo y fue un reto montar una escuela así en Irun, una ciudad pequeña. La gente pensaba al principio que esto era una galería de arte. Poco a poco hemos tenido una andadura importante, con reconocimientos a la calidad del centro y sobre todo, tenemos el orgullo de ver que muchos de nuestros alumnos han triunfado profesionalmente", destacó Rubio.
De cara al próximo curso, Kunsthal prepara su nueva apuesta, que será impartir estudios de animación por ordenador. "El estudio Dibulitoon, de sobra conocido y que tiene sede en Irun, se acercó a nosotros, porque al contratar gente, ven que están técnicamente capacitados pero a veces les falta la pata de lo artístico y creativo".
De esta forma, Dibulitoon y Kunsthal ya están en trámites para poder impartir, a partir del próximo curso, la especialidad de animación, que se sumará a las que ya ofrece el centro, que son las de diseño gráfico, diseño de interiores y diseño de jardín y paisajismo
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