Quieren saber la verdad y lucharán hasta conseguirla. El colectivo SOS Bebés Robados de Euskadi se concentró ayer en San Sebastián, como viene haciendo los primeros sábados de mes desde hace varios meses, para pedir que se investiguen hasta el final los supuestos casos de niños robados durante el franquismo y los primeros años de la democracia.
Varias decenas de personas se reunieron detrás de tres pancartas en las que se leyeron lemas como 'Por la justicia y la verdad' y 'Adoptado, igual tienes otros padres aquí', entre otros. Durante la concentración, la presidenta del colectivo, Flor Díaz, lamentó «las cuatro denuncias archivadas recientemente en Bizkaia» porque, según comentó, «estos casos no deberían prescribir, por lo menos, deberían seguir en investigación».
A su vez, denunció los problemas que están teniendo a la hora de encontrar los legajos de abortos, así como en la recopilación de los documentos necesarios para las denuncias. «Está costando mucho encontrar los historiales médicos para las denuncias, sobre todo si están en centros privados. Además parece que en Osakidetza están poniendo pegas a la hora de entregar informes».
Para investigar la trama, el Parlamento Vasco ha creado una comisión en la que, según apuntó Díaz, «se supone, investigarán la trama hasta el final». «Solo nos queda la confianza», comentó, refiriéndose a la implicación de las instituciones en la investigación de cada caso.
La Comunidad Autónoma Vasca (230), y Gipuzkoa en especial (133), concentran la mayoría de las denuncias interpuestas en el conjunto del Estado sobre posibles adopciones irregulares. Los niños eran supuestamente arrebatados a sus madres al nacer para, acto seguido, ser entregados en adopción a cambio de dinero. En Gipuzkoa, el conteo de denuncias crece día a día. «En la asociación aconsejamos a la gente sobre la mejor forma de poner la denuncia, pero luego depende de cada uno si quiere interponerla o no» comentó la presidenta de la asociación.
Una pinza y una pulsera
Por otra parte, Flor Díaz expresó su agradecimiento a los ayuntamientos que les han ofrecido ayudas económicas. Según comentó, cinco municipios les han dado 300 euros para poder llevar a cabo su labor. No quiso desvelar, sin embargo, si se han producido nuevas exhumaciones en este territorio que, en adelante, va a gestionar cada familia afectada porque «es un tema bastante delicado y tienen que ser ellos los que decidan si hablar o no».
En el caso de la exhumación que se practicó en el cementerio de Polloe el pasado mes de enero, y en la que no se encontró cadáver, sí se hallaron varios restos, entre ellos una pinza de cordón umbilical y una pulsera de recién nacido, según confirmaron ayer a este periódico fuentes de toda solvencia. Estas evidencias están permitiendo a la Ertzaintza abrir el abanico de la investigación, aunque al parecer no contendrían ADN como para determinar si fueron utilizados en el caso que ha sido denunciado, indicaron las mismas fuentes.
