La tasa del paro en Irun alcanzó el 17,2% de la población activa durante el mes de noviembre, lo que supone un total de 77 desempleados más. La cifra total es de 5.276 personas. En el conjunto de la comarca del Bidasoa, la tasa de desempleo es del 16,1%, lo que se traduce en 6.220 personas en situación de paro. Respecto al mes pasado, el porcentaje del paro en la comarca ha subido un 0,3%.

En Hondarribia, la tasa de desempleo es del 11,8% de la población activa; o un total de 944 personas. En octubre, el porcentaje era del 11,2% y 901 personas desempleadas. En el conjunto de la provincia de Gipuzkoa, la tasa de paro es del 13,7% (48.173 personas).

Por grupos de edad, el mayor incremento en la tasa de desempleados se ha registrado entre los mayores de 45 años, entre quienes el paro aumentó un 3,5% (86 desempleados más en el conjunto de la comarca). Entre la población activa de la franja de edad de 25 a 45 años, el paro creció un 0,6% y entre los menores de 25 años, un 2,9%. Por sectores de actividad económica, el mayor incremento se dio en el sector servicios: respecto a octubre, el número de desempleados aumentó en 141 personas (un 3,3%). En el sector de la construcción, la cifra creció en 2 personas.

Sin embargo, y también realizando una comparativa con el mes de octubre, en el sector de agricultura y pesca la tasa de personas en paro disminuyó un 5,7% (3 personas menos). Sucedió asimismo en el sector de la industria y entre quienes no tenían un empleo anterior: el porcentaje de desempleados disminuyó un 1,7% (14 personas en total) y un 1,5% (6 personas) respectivamente.

Tras conocerse los datos del paro del mes de noviembre, el grupo municipal de Ezker Batua-Berdeak ha mostrado su «indignación y hartazgo con una política económica que provoca un crecimiento galopante del desempleo en todas partes». El portavoz del grupo, Manuel Millán, ha destacado la importancia de que cada desempleado «tome conciencia de que su situación personal de desempleo no es responsabilidad suya, no es su fracaso profesional, es el fracaso de quienes han gestionado y están gestionando la economía».

En opinión del portavoz, «de poco sirven las medidas y actuaciones que toman los ayuntamientos, como el Plan Irun Ekintzan, recientemente aprobado en el Pleno de noviembre, cuya incidencia real es testimonial y apenas paliativa. Solo con cambios profundos en la estructura económica orientados a un nuevo modelo de crecimiento económico haciéndolo más social es posible darle la vuelta a la situación». Como medidas para conseguirlo, Manuel Millán propuso «el control del sistema financiero, creando banca pública para dar impulso al crédito; una profunda reforma fiscal, que permita recaudar y realizar inversión pública; y un impulso de los servicios públicos, incrementando las plantillas».