Las instalaciones de Plaiaundi podrían desaparecer en un plazo de cuatro años

Bidasoaldeko Lagunak (colectivo compuesto por Eguzki Bidasoaldea Ekologistak, Itsas Enara Ornitologia Elkartea, Ekologistak Martxan Gipuzkoa, SEO/BirdLife y Federación de AAVV Oasso 2000) anunció ayer el riesgo real de que las instalaciones deportivas de Plaiaundi puedan cerrarse en menos de cuatro años aunque no se hayan reubicado.

Según explicó el colectivo, el Gobierno Vasco fijó un compromiso con Europa para que todos sus humedales cumplan con las condiciones que desde la Unión se establece para las ZEC (Zona de Especial Conservación) y las ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). En julio de 2019, todos deberían encontrarse en situación 'favorable', condición que sólo el 18% alcanza en la actualidad. En el caso de Plaiaundi, para esa fecha, habrán de renaturalizarse como espacios marismeños tanto la isla Hirukanale de la desembocadura del Bidasoa como el terreno que hoy ocupan el campo de rugby y la pista de atletismo dentro del propio parque ecológico. «Si no, se expone a una fuerte sanción de los estamentos europeos».

Para evitarla, el Gobierno Vasco podría desmantelar las instalaciones y renaturalizar el espacio aunque no se hubiera consumado su traslado. «Los clubes y deportistas usuarios de las instalaciones, antes de cuatro años van a ver como éstas desaparecen sin tener otras nuevas que las sustituyan», advertía el colectivo ante la decisión del Gobierno municipal de «volver a empezar con la espiral interminable de la ubicación en Zubieta, y si no es viable, estudiar otras posibles alternativas». Valoraba Bidasoaldeko Lagunak que insistir en Zubieta «es un desplifarro de valioso tiempo» que «se debería aprovechar trabajando en alternativas viables en plazo y que existen y son conocidas». Más allá de las dificultades administrativas (por ser suelo de Hondarribia y no de Irun) y de las económicas (expropiaciones, urbanización...), la entidad quiso añadir otros problemas que pudieran derivarse a la hora de desarrollar Zubieta, «una zona inundable y que es hábitat de especies protegidas». Por todo, criticó la «falta de interés y voluntad política de los sucesivos gobiernos del ayuntamiento» que irán a «desembocar en una situación indeseable e inevitable. De poco servirá, como hasta ahora, buscar culpables ajenos a la propia desidia mostrada por los responsables municipales».