Varios factores confluyen para hacer especial el concierto que se presentó ayer para el próximo 24 de agosto. La actuación se enmarca en la conmemoración del 200 aniversario de la batalla de San Marcial, en la que las tropas del general Freyre repelieron el intento napoleónico de regresar a la península. Será en un espacio tan significativo como la ermita de San Marcial, aunque se extenderá todo lo que pueda hacia las campas del entorno. Por último, forma parte de la Quincena Musical de San Sebastián, que el pasado año dejó buen sabor de boca en la ciudad con la presencia del Cuarteto Arriaga, «de un nivel artístico impresionante», recordaba la delegada de Cultura, Belén Sierra.
«Este año veníamos trabajando con la Quincena en hacer algo relacionado con ese bicentenario», explicó. La misma línea que la iniciativa ha perseguido también en Donostia donde se cumplen «los mismos 200 años desde la quema de la ciudad», recordaba el director de la Quincena, Patrick Alfaya. «Lo que sí hemos querido», remarcaba Sierra, «ha sido dar protagonismo a entidades musicales de la ciudad porque es mucho el nivel musical que hay en Irun y queríamos ponerlo en valor».
Cantar la batalla
Así que el Coro Ametsa Gazte ha sido el encargado de diseñar el programa de una actuación que contará con varios aderezos que se sumarán al hacer de los cantores. Por un lado, un cuarteto de cuerda (Izaskun Etxebeste, Abel González, Ana Eguiazabal y Enekoitz Martínez) y un pianista (Arkaitz Mendoza). Por otro, el bertsolari hendaiarra Amets Arzallus, que «antes de cada pieza hará una narración para contextualizar e ir explicando el desarrollo de aquella batalla», comentó el director del coro, Ion Aizpuru. Las obras elegidas servirán para ambientar esa historia, «el momento de la espera al alba ('Gau pasa' de Fernando Etxepare Díaz), la batalla ('La Guerre' de C. Janequin), los caídos ('Soneto de la noche Lux Aeterna-Agnus Dei', de M. Lauridsen), etcétera, hasta acabar con 'Martxa baten lehen notak', de Mikel Laboa, que habla de la libertad de los pueblos: todos unidos por la paz, no tendremos que luchar», repasó el propio Aizpuru.
A Kemen Dantza Taldea le tocará traducir todo esto a lenguaje de danza, con especial presencia de las guda-dantzak. Comenzarán bailando antes del concierto a las puertas de la ermita. «Los sables de la ezpata-dantza formarán el arco de acceso del resto de artistas a la ermita», avanzaba ayer el dantzari Néstor Leunda. Realizarán ese baile durante la actuación musical. «Y cuando ésta acabe, haremos algunas guda-dantzas más en la explanada de abajo», con las que ya se pondrá el cierre a la jornada.
