El primer teniente de alcalde, Miguel Ángel Páez, ha dado detalles sobre las políticas de inclusión social que se desprenden de los procedimientos de contratación municipales. Páez aseguraba que “el consistorio irunés fue uno de los pioneros en la inclusión de cláusulas sociales en algunos de las contrataciones de servicios y suministros municipales pero ha dicho también que se quiere dar un paso más en este tema”. Cabe recordar que el Ayuntamiento de Irun, en sesión plenaria de 26 de marzo de 2003, acordó incluir la cláusula social en los procedimientos de adjudicación de contratos administrativos promovidos por el consistorio.
Explicaba que desde contratación se ha analizado la situación actual “y con esta radiografía encima de la mesa vamos a intentar seguir avanzando, abriendo una reflexión de la mano de todos los grupo políticos para intentar extender las cláusulas sociales en las contrataciones municipales en la medida de lo posible”.
Concepto de cláusula Social
En este sentido Páez explicaba que el sentido de las cláusulas sociales es muy amplio y “se entiende por cláusula social aquella que queda establecida en los procesos de contratación pública referente a la inserción socio laboral de personas en situación de exclusión, de personas con diversidad funcional, a la promoción de la calidad y la estabilidad en el empleo, la mejora de la capacitación gracias a la formación, el fomento de la igualdad, la seguridad laboral, la conciliación y una mejor accesibilidad de personas con algún tipo de discapacidad”.
Irun, comprometido
Páez aseguraba que en el Ayuntamiento de Irun se lleva años apostando por la inclusión de cláusulas sociales en muchos de los contratos de las diferentes áreas y en fases diferentes de los procedimientos. La práctica de la cláusula social es una de las medidas que el Ayuntamiento de Irun ha tenido en cuenta estos años para favorecer la inserción laboral de personas con algún tipo de discapacidad.
Entre los servicios que incorporan una cláusula social, existen, por ejemplo los que actualmente están restringidos a centros especiales de empleo como la jardinería municipal en el que trabajan más de 30 personas, o el servicio de atención telefónica 010 con cinco trabajadores. Este tipo de contrato reservado a centros especiales de empleo se ha llevado, también, al contrato de transporte adaptado, la limpieza de ropa, las asistencia y recepción de Ama Xantalen, su servicio de alimentación, el de ayuda a domicilio y el servicio asistencia y de recepción de la residencia municipal y de los apartamentos de Lekaenea.
Una de las clausulas sociales más extendidas, especialmente en los contratos de prestación de servicios es la de subrogación “con la que queremos garantizar la estabilidad del trabajo de las personas que están prestando un servicio dentro del ámbito municipal a través de una empresa subcontratada” explicaba Miguel Ángel Páez. En este sentido, más de una 20 de contratos municipales incluyen esta cláusula social.
También existen a día de hoy condiciones especiales en la contratación de algunos servicios, como en el programa de dinamización para personas mayores de San Miguel, en el que existe la condición especial de la perspectiva de género o la de favorecer la contratación de desempleados que aparece como condición especial en el contrato del servicio de ayuda a domicilio y en la atención a viviendas comunitarias de personas mayores.
