IRUN. La Mancomunidad de Servicios de Txingudi pondrá en marcha dentro de pocas semanas, y en paralelo a la implantación del quinto contenedor en todo Irun y Hondarribia, una prueba piloto con bolsas de basura equipadas con una etiqueta-chip, de manera que se pueda medir cuánta basura se recicla y si la separación en los domicilios se realiza de forma correcta.
El alcalde de Irun y presidente de Servicios de Txingudi, José Antonio Santano, explicó ayer que durante la campaña de implantación del quinto contenedor, que arrancará en breve, se va a ofrecer, además, a quienes quieran hacerlo de forma voluntaria, participar en esta experiencia piloto. La prueba va a durar todo el año 2013 y va a permitir "avanzar en el conocimiento cualitativo de qué residuos se separan en casa y si esa separación se hace de forma correcta".
Santano explicó que se trata de que los clientes que participen en el programa coloquen a sus bolsas de basura unas etiquetas identificativas que llevan un chip, de forma que se podrá identificar después cada bolsa, analizar qué residuos se han depositado y si eran los que correspondían a ese contenedor.
PARTE DE ERLEA Este programa piloto es "una novedad tecnológica en Gipuzkoa" y será "una pata más" del proyecto Erlea, con el que Servicios de Txingudi toma datos en tiempo real y a través de radiofrecuencia tanto de la lectura de los contadores de agua como del control de los contenedores de residuos, según detalló el gerente de Servicios de Txingudi, Miguel Ángel Muñagorri.
"Los camiones de recogida irán equipados con una antena lectora: al volcar los contenedores, lee las etiquetas de las bolsas, que estarán referenciadas, y a través del sistema informático en red de la mancomunidad identifica al cliente que las usa", explicó el gerente de la entidad que gestiona el agua y la basura en Irun y Hondarribia.
"Hasta ahora teníamos datos de lo que se recoge en cada contenedor, ya que los camiones hacen una ruta que se registra mediante el uso de una PDA, contenedor a contenedor. Sabíamos cuánto se reciclaba de forma correcta en cada barrio o calle, podíamos sacar esos datos. Ahora, podremos saber si en casa de esos usuarios voluntarios se han separado correctamente los residuos que iban al contenedor de resto, que será para el que se utilizarán estas etiquetas durante esta prueba piloto", detalló Muñagorri.
Servicios de Txingudi explicó que este sistema se ha desarrollado en conjunto con dos empresas guipuzcoanas, que son Farsens Solutions, radicada en Miramon y especializada en sensores de ultrabajo consumo y en su aplicación en sistemas inalámbricos, y Bunt Planet, empresa con sede en el parque de Zuatzu que ha desarrollado todo elsoftware informático necesario.
Miguel Ángel Muñagorri detalló que antes de lanzarse a esta experiencia piloto real con los ciudadanos ha habido un periodo de pruebas en todo tipo de situaciones (cambiando la ubicación de las etiquetas en la bolsa, haciendo el volcado al camión con contenedores llenos o medio llenos que contenían bolsas con y sin etiqueta y todo tipo de otras variantes), hasta llegar a ratios de lectura e identificación correcta de las bolsas de un 98%.
El gerente de Servicios de Txingudi explicó que la prueba piloto con las etiquetas identificativas, que se va a desarrollar a lo largo de todo el año, aportará datos sobre cada cuánto tiempo se echan residuos al contenedor y sobre cómo se han separado esos residuos, además de despejar incógnitas sobre el sistema: qué se puede controlar, cómo hacerlo, si hay posibilidad de fraude y cómo evitarlo, etcétera.
POSIBILIDADES DE FUTURO José Antonio Santano señaló que de todo ese trabajo y del análisis de esos datos se podrán derivar algunas conclusiones que darían lugar a medidas futuras sobre cómo mejorar la separación de residuos en origen, en el domicilio de cada uno.
Además, el presidente de Servicios de Txingudi explicó que si la experiencia funciona y es fiable, se podría extender y hacer obligatorio el uso de estas etiquetas, de forma que sería un método para saber quién separa bien los residuos y quién no y, así, se podría dar una bonificación en su factura a quienes sí lo hacen: "No como ahora, que el ahorro de costes que supone el reciclaje repercute por igual en la factura del que está concienciado y recicla y en la de quien no lo hace".
No obstante, el alcalde de Hondarribia y vicepresidente de la mancomunidad, Aitor Kerejeta, matizó que "antes de hacerlo obligatorio, hay que dar una oportunidad a la voluntariedad con esta prueba"
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