La Junta de Gobierno Local ha aprobado la adjudicación de las obras de retirada de las tierras desprendidas y de consolidación del talud de la calle Antxottipi, en Behobia, así como de la puesta en servicio del vial de acceso al polígono de Zaisa III.
La empresa que se encargará de llevar adelante los trabajos es Urbycolan, lo hará por un importe de 198.348 euros y cuenta un plazo de ejecución aproximado de mes y medio, desde el inicio de la actuación. Para adjudicar esta obra, fue necesario que el Pleno de la Corporación aprobara, el pasado mes de mayo, una modificación de créditos, ya que por tratarse de un imprevisto no estaba contemplada en los presupuestos generales de este año.
La parte fundamental del proyecto plantea la retirada de las tierras desprendidas por motivo del deslizamiento del talud, ocurrido el 16 de enero pasado, a consecuencia de las intensas lluvias caídas durante aquellos días. El proyecto incluye, asímismo, la reconstrucción del muro de contención que delimita el talud y la urbanización correspondiente del vial de Antxottipi.
El derrumbe originó, en su día, el corte de la calle al tráfico peatonal y, de forma provisional, se habilitó un solo carril alternativo regulado por semáforos, para la circulación de vehículos, principalmente para facilitar el acceso de camiones a Zaisa III. Una vez concluidas las obras, el vial de Antxottipi recuperará su doble sentido de circulación habitual.
Maite Cruzado, alcaldesa en funciones, explicaba ayer que «este proyecto es de vital importancia para restablecer cuanto antes la normalidad en la zona, ya que es un punto principal de acceso a Zaisa III, con intenso tráfico de camiones. Desde que se produjo el desprendimiento, el Ayuntamiento, a través del departamento de Obras y Policía Local y en contacto con las partes implicadas, se han ido dando los pasos correspondientes, buscando en todo momento garantizar la máxima seguridad posible del entorno, a la vez que se posibilitaba el acceso al polígono».
Obra pública y privada
La adjudicación de las obras para consolidar la ladera y reparar el acceso a Zaisa III supone la solución de un problema que se venía arrastrando desde el mes de enero. El desprendimiento de tierras afectó no sólo a terrenos de titularidad pública, sino también a los jardines de dos viviendas situadas en la cima de la ladera. Aunque las casas no sufrieron desperfectos, las dos familias residentes en dichas viviendas tuvieron que buscar un realojo por razones de seguridad y hacer frente a una parte de la obra. La inicial falta de entendimiento entre los vecinos y el Ayuntamiento, que finalmente alcanzaron un principio de acuerdo, ha demorado más de lo previsto el inicio de las obras.
«En el mes de enero, hubo que llevar a cabo una serie de trabajos de emergencia y adoptar medidas para regular el tráfico», recordaba Cruzado. «Después, se hicieron estudios geotécnicos y finalmente se materializaron una serie de obras por parte de las familias afectadas. Una vez realizados estos trabajos, el proyecto va a iniciarse con un plazo de ejecución de mes y medio».
