La bahía de Txingudi, situada en la desembocadura del río Bidasoa, entre las localidades guipuzcoanas de Irun y Hondarribia, ha sido una de las elegidas por el proyecto MARES para estudiar el impacto del cambio climático.

La iniciativa parte del Grupo de Ecosistemas Litorales y el grupo de Clima Marino y Cambio Climático del IHCantabria para elaborar "mapas de riesgo de los sistemas naturales frente al cambio climático en los estuarios cantábricos".

Para su desarrollo se han seleccionado cuatro estuarios del litoral cantábrico, uno por cada comunidad autónoma: Txingudi-Bidasoa, Marismas de Santoña (Cantabria), Villaviciosa (Asturias) y la ría de Ribadeo (Asturias-Galicia).

En cada uno de ellos harán trabajos de investigación muy específicos, que comenzarán con una "simulación mediante modelos matemáticos de la cota de inundación afectada por el aumento del nivel del mar según diferentes escenarios de cambio climático".

MARES busca obtener la información necesaria para llevar a cabo una gestión "efectiva y sostenible a largo plazo" de ese tipo de ecosistemas costeros, que "son especialmente vulnerables a la subida del nivel del mar que se está produciendo como consecuencia del cambio climático".

El proyecto MARES se enmarca dentro del proyecto LIFE IP INTERMARES "Gestión integrada, innovadora y participativa de la Red Natura 2000 en el medio marino español", que coordina el Ministerio, de Medio Ambiente a través de la Fundación Biodiversidad.

El grupo municipal EH Bildu valoró ayer como «lamentable» la decisión de descartar la ubicación de San Miguel-Anaka para las pistas de Plaiaundi. Jokin Melida, José Cayetano Díez y Dani Berasategi, los tres concejales de la coalición abertzale, aseguraron que la que había sido su apuesta para el traslado de las instalaciones deportivas es «la mejor opción, la más lógica y la más sostenible».

La ubicación de San Miguel-Anaka se descartó definitivamente en la Junta de Portavoces del pasado viernes, y EH Bildu expuso sus razones para estar en contra de esta resolución: «es una decisión tomada sin tener en cuenta la opinión de la gente. Desde el principio hemos defendido que esta decisión se tenía que tomar mediante un proceso de participación, pero nos hemos quedado solos en esa petición», señaló Dani Berasategi.

El concejal se refirió también a «las cargas» que soporta el ámbito de San Miguel-Anaka, «consecuencia de la decisión por la que las viviendas de protección que tenían que construirse en otras zonas se concentraban allí». Pero, añadió, «esta no es la única razón, o al menos la de mayor peso para este Ayuntamiento; sino que son los acuerdos contraídos con los propietarios, en su mayoría privados. Esta es la principal razón para descartar nuestro proyecto», afirmó Berasategi.

José Cayetano Díez, por su parte, critició que en «35 años de gobierno socialista» se ha ido «aplazando promoción a promoción la construcción de vivienda de protección y engordando la deuda social», así como los «25 años de incapacidad del PSOE para resolver el trasladado de las pistas y el campo de rugby de Plaiaundi». El edil lamentó también que el Ayuntamiento «no haya cumplido su compromiso con Europa»; y que la opción de San Miguel-Anaka, «la que más aceptación tiene entre la ciudadanía» y «la que más carga argumental tiene desde el punto de vista social», haya sido «la primera descartada».

En este sentido, Dani Berasategi añadía que «hemos recibido apoyo por parte de la gente» en las reuniones que EH Bildu ha celebrado en las últimas semanas para dar a conocer la propuesta, y también «apoyo de los diferentes clubes deportivos. La gente ha agradecido el trabajo realizado». Los concejales explicaron que este proceso, además, les ha permitido «conocer en mayor profundidad la realidad» de los barrios de San Miguel y Anaka. «No vamos a cejar en nuestro empeño de conseguir unos mejores equipamientos en esta zona, más allá del hormigón que proponen los demás». Dani Berasategi explicó que «en el vigente plan hay un área de alrededor de 6.000 m2 destinada a equipamientos», y reivindicó que «tienen que ser las vecinas y los vecinos, mediante un proceso participativo, quienes decidan cómo quieren que sea su barrio, al menos en lo referente al tiempo libre, la salud y el deporte».

El portavoz Jokin Melida, por su parte, definió «la gestión que está haciendo el alcalde con este tema» como «improvisación»; y afirmó que la opción de Zubieta II «no tiene garantizada su viabilidad. El trabajo institucional que debía hacerse no se ha hecho, el alcade de Irun no se ha reunido con el de Hondarribia. ¿Por qué? ¿Tiene miedo de recibir una negativa?». Jokin Melida aseguró que «esto no es un caso único y en los últimos meses estamos viendo que hay una deriva». Acusó al alcalde de haber convertido Irun «en la ciudad del desgobierno», recordó que «tras expulsar a EAJ-PNV, está en minoría» y afirmó que Santano «no es capaz de llegar a acuerdos».

«La oposición es mayoría en Irun», advirtió el portavoz, «una mayoría alternativa que tiene la responsabilidad de hacer un Irun mejor. EH Bildu pondrá todo su esfuerzo a favor de un Irun del siglo XXI. Pondremos en esa tarea todos los recursos que tenemos en nuestra mano y toda nuestra ilusión». Jokin Melida aseguró que su prioridad serán «los ciudadanos y ciudadanas» y que «no descartaremos ninguna opción; tampoco la de quitar al alcalde de su cargo, si está en nuestra mano».

En la Junta de Portavoces celebrada el pasado viernes se decidió valorar la viabilidad de Zubieta II como posible ubicación para las instalaciones deportivas de Plaiaundi. Este espacio forma parte de un Plan de Compatibilización que se está redactando y todos los cambios tienen que ser acordados institucionalmente. El Gobierno municipal prevé reunirse tanto con el primer edil de Hondarribia, Txomin Sagarzazu, como con representantes del Gobierno Vasco para abordar este asunto.