20 febrero 201507:32
El delegado de Promoción Económica, Miguel Ángel Páez, avanzó ayer que los técnicos del área se encuentran redactando el plan de ayudas K-Biziak para este 2015. Esta iniciativa lleva implantada varios años en la ciudad al objeto de incentivar la creación de nuevos negocios en puntos concretos de la misma. A través de él, el ayuntamiento ha venido subvencionando el 50% de la renta del local durante el primer año (hasta 400 euros) y 25% (hasta 200) en el segundo.
«Este año, en lo que se refiere a la Parte Vieja, K-Biziak tendrá un plus», confirmó ayer Páez. «Los estudios que hemos realizado desde el área en esta zona han mostrado que se da una situación diferente en cuanto al estado de los locales comerciales, que son muy antiguos y necesitan una inversión considerable antes de poner en marcha cualquier negocio». La cuestión es que la oferta es escasa, «porque entre locales que ocupan las sociedades gastronómicas (muchas en este barrio) y los establecimientos hosteleros, además de la conversión de locales en viviendas y garajes, hemos localizado 18 sin actividad». Así que, para impulsar la apertura de nuevas actividades económicas «estamos trabajando en la línea de un porcentaje de ayuda directa en la rehabilitación y acondicionamiento de esos locales».
Páez justificó lo excepcional de esta apuesta por que «hay que hacer un esfuerzo para atraer comercio. Con la primera edición de K-Biziak en la Parte Vieja, se abrió un negocio. Otros interesados nos hicieron llegar que su problema era que antes de poder empezar, tenían que afrontar una obra fuerte. Por eso creemos que esta ayuda puede funcionar, puede resultar interesante para iniciar una reactivación económica en la Parte Vieja que desde el principio entendíamos que debía acompañar a la obra de urbanización». Por ese motivo, aunque no podía hablar de cifras aún, aseguró el edil que «se trata de un porcentaje significativo, una ayuda de peso».
La obra va acabando
En paralelo al desarrollo de esta versión específica del K-Biziak, va terminando la obra de rehabilitación de la plaza Urdanibia y su entorno, muy centrada ahora en la entrada a la Sargía, la conexión peatonal con Dolores Salís y las labores de detalle. «El sábado ya vimos que el mercadillo pudo regresar, mejorado, ampliado y con una buena recepción por parte de usuarios y asentadores».
Ante ese final ya cercano, el Ayuntamiento organizó una reunión abierta para comentar la obra y atender posibles problemas que los vecinos hubieran detectado y surgieron varios. A algunos de ellos se les ha dado una respuesta casi inmediata. Así, ante las quejas de quienes aseguraban que los bolardos que separan la zona de tráfico de la estrictamente peatonal eran «muy bajos y en las curvas no los ves», se han sustituido en esos puntos por macetas con pequeños árboles, que tienen mayor altura. También hubo protestas por la previsión inicial del tráfico de residentes y garajes de las calles Sargía, Contracalle, Larretxipi y Jesús. Se propuso que saliera por la estrecha y peatonal trasera del Euskaltegi. «Se planteó que tanto calle Jesús como calle Sargía fueran de entrada» a la zona restringida, «pero estamos ultimando una nueva solucíon en la que la segunda es de salida. Quitaría gran parte del tráfico que hubiera pasado por detrás del Euskaltegi», señaló Páez. Avanzó que la nueva propuesta «atenderá otras peticiones sobre tráfico (carga y descarga, etcétera)» y que la ordenación definitiva mejorará el tráfico del sábado respecto a lo ocurrido en la jornada de regreso del mercadillo «en la que, hay que entender, había muchas cosas provisionales aún».
