A sus 77 años, le ha llegado la hora de pasar el testigo. Seguirá, mientras pueda, trabajando por los derechos de las mujeres, pero después de casi dos décadas al frente de la Asociación Uxoa quiere descansar y liberarse de las responsabilidades más exigentes. Begoña Arroyo ha tenido una dulce 'jubilación' como presidenta y no sólo dentro de su colectivo. Argoiak, la asociación de mujeres más numerosa de la ciudad, le ha concedido su premio anual, en reconocimiento a su incansable dedicación.
-¿Qué ha supuesto para la expresidenta de Uxoa el Premio Argoiak?
-Una emoción y un agradecimiento muy grandes. Me emocioné muchísimo cuando me lo dijeron y me puse muy nerviosa el día que me lo dieron. Tenía miedo de de no poder decir nada, pero bueno...pude contenerme para dar las gracias, por lo menos.
-¿Tiene doble valor el hecho de que el reconocimiento venga de otra asociación de mujeres?
-Sí, claro. Aquí, en Irun, hay varias asociaciones de mujeres que son muy diferentes. Cada una tiene sus cosas, sus actividades... Pero, desde el principio, nos hemos llevado muy bien. Cuando hemos tenido que trabajar para organizar algo, como los programas de la Semana de la Mujer, lo hemos hecho todas juntas. No es fácil que ocurra eso, pero en nuestro caso ha sido así. Hay una relación muy buena.
-¿De dónde parte su activismo en favor de los derechos de la mujer?
-Bueno..., yo soy socialista. Mi padre era republicano y estuvo preso cuando yo era niña. Ahí hay una inquietud. Pero lo que me decidió a luchar por las mujeres fue que, hace 21 años, me quitaron un pecho. Entonces pensé que tenía que hacer algo por las mujeres que habían pasado por lo mismo que yo y por las mujeres en general, por todas. A partir de entonces, he estado siempre que me han llamado: en las concentraciones, en las comisiones, en Bienestar Social, en Bidasoa Activa, siempre intentando ayudar a las mujeres. Y he aprendido mucho durante todos estos años.
-Usted es fundadora de Uxoa, una veterana asociación que agrupa en este momento a 80 mujeres ¿Cómo nació este colectivo?
-Yo solía venir aquí, a la sede del PSOE, y me di cuenta de que necesitábamos una asociación para la mujer, para organizar actividades dirigidas a las mujeres. Se nos cedió el local, empezamos a trabajar y aquí seguimos, haciendo muchas cosas. Pero en la asociación no hay una vinculación política con ningún partido, hay personas de ideas muy distintas.
-Desde que Begoña Arroyo inició su actividad en la asociación hasta hoy, la situación de la mujer ha cambiado mucho.
-Ha mejorado, sí, pero queda mucho por hacer todavía. Tenemos que seguir peleando hasta terminar con esta lacra que es la violencia de género. Yo siempre estoy diciéndoselo a mis hijas y a todas las mujeres. Id a las concentraciones, haced lo que tengáis que hacer, hablad con quien tengáis que hablar para terminar con esto. Soy machacona porque veo que no podemos dejarlo así.
-Ha tenido cuatro hijos, cuatro nietos, ha trabajado en casa y fuera y ha estado al frente de Uxoa ¿Cómo se las ha arreglado?
-Con un marido que me ha ayudado mucho. Yo he metido muchas horas en la asociación y él siempre ha estado ahí, apoyándome. Es una buena persona.
-Mari Cruz Martín ha cogido su testigo como presidenta de Uxoa. ¿Tiene algún consejo para ella?
-Ninguno. La quiero y la admiro muchísimo. Sabe mil veces más más que yo y estoy segura de que lo hará muy bien.
