IRUN. El Pleno del Ayuntamiento de Irun aprobó ayer, tras casi seis horas de debate y con los votos favorables del gobierno del PSE-EE (que tiene nueve ediles) y del Partido Popular (cinco), el presupuesto general del Consistorio para este año, que ascenderá finalmente a alrededor de 64,07 millones de euros, un 7,5% menos que el pasado año. PNV y EB-Berdeak, que vieron rechazadas su enmiendas a la totalidad, optaron por el no en la votación del dictamen final, mientras que Bildu se decantó por la abstención.
El delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, abrió el turno de intervenciones para defender el proyecto de cuentas que el gobierno socialista llevaba a Pleno. "Un presupuesto que quizá no es el que todos querríamos, pero que obligado por la crisis y por la reducción de ingresos, especialmente del Fondo Foral, tiene que ser necesariamente austero y prudente, conteniendo en lo posible el gasto corriente para poder garantizar los servicios y la atención a quienes más lo necesitan", detalló el edil.
Páez señaló que el presupuesto ha sido elaborado "bajo esas premisas de aumento de la eficiencia, redistribución del gasto y énfasis en lo social" y argumentó que "podríamos haber recurrido al endeudamiento, porque no estamos en una mala situación financiera, como dicen algunos con falsas afirmaciones, pero debemos cumplir los criterios que vienen marcados desde ámbitos superiores".
El edil de Hacienda afirmó que "hemos presupuestado tres millones menos de gasto que de ingresos, para que una posible rebaja de la recaudación foral no nos vuelva a pillar con un dinero ya gastado que haya que devolver". Auguró que "es posible que a lo largo del año" se reciban nuevos ingresos, que no están incluidos "por prudencia y que pueden dar lugar a poder incrementar el gasto mediante modificaciones de créditos".
En definitiva, el edil socialista defendió "una gestión que en los últimos años ha invertido 115 millones de euros en más de 350 actuaciones por todos los barrios de la ciudad, mejorando la calidad de vida y la atención a los iruneses".
LASTRE A esa gestión se refirió Manuel Millán, de EB-Berdeak, al defender su enmienda a la totalidad, pero no alabándola como Páez sino culpándola del "lastre de deuda en proyectos de dudosa rentabilidad social", que se suma "a las apreturas que ha traído la crisis, sumadas también a un modelo tributario injusto".
Para Millán, cuya enmienda global fue apoyada también por Bildu pero resultó rechazada con los votos de PSE-EE y PP, el de Irun es "un Ayuntamiento desconcertado y descolocado, que pasa de invertir 25 millones en obras en 2008 a sólo siete este 2012, contando con las aportaciones de otras instituciones".
La enmienda a la totalidad del PNV tampoco salió adelante, ya que PSE-EE, PP y también Bildu votaron en su contra. Una enmienda justificada por el edil jeltzale José Enrique Corchón como "necesaria, ya que no vale aplicar el criterio de café para todos, reduciendo por igual decenas y decenas de partidas, sin establecer prioridades y analizar la rentabilidad de las mismas".
Se trata, además, de un presupuesto "que lleva a la ciudad a una parálisis", según el edil jeltzale, que se preguntó "dónde quedan ahora las promesas y compromisos que se adquirieron en campaña electoral".
POCOS CAMBIOS Tras el debate de las enmiendas a la totalidad, llegó el turno de las 38 enmienda parciales, 17 del PP y 21 que había presentado el PNV. Al final, en cuanto a cifras, el presupuesto quedó casi igual, aunque se aceptaron y transaccionaron casi una docena del PP y cinco de los jeltzales.
A propuesta del Partido Popular, se redujeron cantidades por valor de 160.700 euros, entre partidas como las de publicidad y propaganda, la dedicada al Pleno Juvenil, la de la Oficina Estratégica Irun 2020 o la destinada a las ONG. Además, se redujeron otros 2.506 euros a propuesta del PNV de la partida de asistencia a reuniones y conferencias (ésta, con voto a favor del PP y PNV y la abstención del resto, incluído el PSE-EE).
El PP logró sacar adelante enmiendas por valor de 52.000 euros, destinadas a partidas como un estudio sobre el turismo y nuevas fuentes de desarrollo económico, otro de análisis de las competencias y eficiencia interna del Consistorio y el estudio para un campo de fútbol de gravilla en Behobia o la mejora de aceras en la calle Mayor.
El PNV logró el apoyo para dos enmiendas de incremento, de 10.000 euros cada una, para la mejora de la información en las marquesinas de autobús y la actuación en los puntos negros para la seguridad de las mujeres. Además, salieron adelante dos enmiendas, de 50.000 euros cada una, para "iniciar en Belaskoenea y Artia sendos procesos de participación sobre las necesidades y reformas a realizar en cada barrio y poder redactar alguno de esos proyectos". Estas propuestas fueron formuladas en sustitución de las que el PNV presentó para un aparcamiento en Belaskoenea y una actuación de remodelación en Artia, que el resto consideraron que deberían "partir de una reflexión más global"
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