15 julio 201400:09
Hay muchas ciudades destacadas en la biografía de Luis Mariano. Entre ellas está Irun, la ciudad que le vio nacer y a la que él profesó, pese a todos los pesares, un gran afecto durante toda su vida. Y entre ellas también figura Arcangues, la que eligió como último retiro y en cuyo cementerio reposa desde hace 44 años. Cada 14 de julio, decenas de personas se reúnen allí con motivo del aniversario de su fallecimiento, siempre con representación, institucional y ciudadana, que se acerca desde Irun.
Ese contacto anual entre ambos municipios se fortaleció ayer cuando la representación irunesa fue aún mayor. El alcalde, José Antonio Santano, y el teniente de alcalde, Miguel Ángel Páez, se acercaron a Arcangues en compañía de la delegada de, Cultura Belén Sierra, y los ediles Oinatz Mitxelena (Bildu) y Jose María Trimiño (PP) y otros miembros de la Comisión que impulsa los actos por el centenario del nacimiento de Luis Mariano. El Ayuntamiento llevó, además, varios litros de helado de violetas, la propuesta que la heladería irundarra Papperino ha desarrollado como homenaje al cantor y a su afamada 'Violetas imperiales', canción de la homónima película que protagonizó el artista irundarra junto a Carmen Sevilla. Precisamente esta cinta se proyectó el domingo en la plazoleta del Juncal para disfrute del público irunés.
Yon Gallardo, que se desplazó hasta Arcangues desde Papperino, se encargó de que todos los que se acercaron a rendir tributo a Luis Mariano pudieran disfrutar las violetas en su refrescante versión. «Lo hicimos para el centenario de Luis Mariano. Es un tipo de helado diferente y está gustando mucho y nos ha dado nuevas ideas para el futuro», avanzó Gallardo.
Ese contexto más social, previo a la ofrenda floral, fue el elegido por los representantes institucionales de Arcangues e Irun para dirigirse al público. Nathalie Favre, delegada de Turismo y Comunicación de la villa laburtana, avanzó la intención del Gobierno de Arcangues de «avanzar en el proceso de hermanamiento con Irun, con la que tenemos muchas cosas en común», entre las que destacó, «por supuesto, la pasión por Luis Mariano». También intervino Patxi Lacan, el gran amigo de Luis Mariano, para ahondar en esa idea del «hermanamiento, que tanto hubiera gustado a Mariano». Santano confirmó la voluntad que ambos municipios tienen de «estrechar lazos. Queremos hablar de una de colaboración mucho más intensa en torno a la figura de Luis Mariano, un trabajo conjunto» para el que, decía Patxi Lacan, «hay más posibilidades con esta nueva Corporación de Arcangues».
Ambos Ayuntamientos depositaron sendas coronas de flores ante la tumba del cantor irunés; también la Asociación Lírica Luis Mariano. Se sumaron así a las muchas ofrendas que a lo largo del día habían ido adornando la sepultura del tenor y en la que, «gracias a Marcelle, nunca faltan flores», explicaba una vecina de la localidad. Ella, Marcelle, acudió también, por supuesto, a participar en el acto de ayer, que se cerró con aplausos a la memoria del cantor y con una canción con la voz de Ángel Pazos y el acordeón de José Luis Azkue.
Por la tarde en Irun
El recuerdo de Luis Mariano en el aniversario de su muerte tuvo también su acto correspondiente en Irun. Fue por la tarde, ante la escultura de bronce del cantante en los jardines que llevan su nombre. Decenas de ciudadanos acompañaron el acto de homenaje de miembros de la Corporación municipal y de la Asociación Lírica Luis Mariano y, de nuevo las flores y la música, gracias esta última a la labor de Azkue y Pazos, sirvieron para recordar al irunés universal.