El proceso de participación para mejorar el proyecto de reurbanización de la calle Poxpologile de Irun junto a los vecinos del barrio de Dunboa ha concluido esta semana tras haber recabado una docena de aportaciones.

La actuación sobre la que el Ayuntamiento ha consultado a los vecinos busca ejecutar una mejora integral de la zona, muy degradada debido a los asentamientos producidos en el terreno a lo largo de los años, que han deformado aceras y afectado a las infraestructuras de la calle.

En concreto, la reurbanización pretende reconceptualizar la calle, que pasará a tener un sentido único para la circulación rodada, disponiendo un carril de cinco metros de anchura para facilitar el aparcamiento en batería en los dos lados de la misma. Este cambio también facilita en ensanchamiento de las aceras peatonales, en las que se solucionará el problema de desnivel que presenta actualmente el pavimento.

En línea con los criterios de movilidad sostenible con los que trabaja actualmente el Consistorio, se dará prioridad al peatón ampliando el número de pasos peatonales, que serán de diseño elevado para reducir la velocidad rodada. Además, se renovarán las infraestructuras de alumbrado con luminarias de tecnología led.

Fruto del proceso de participación, desde el Consistorio detectaron que gran parte de las sugerencias tenían que ver con el cambio de dirección del vial de sentido único que se propone para Poxpologile, por lo que, tras valorar las posibilidades del proyecto, finalmente se ha decidido recoger esa petición e incluirla en la actuación final. Así, la entrada a la calle Poxpologile se habilitará por la calle Ramón Iribarren en dirección al canal de Dunboa.

La delegada de Obras de Irun, Cristina Laborda, recordaba esta semana que el proyecto nació como una petición de los vecinos de Dunboa y que la redacción del mismo se encargó ya en 2019. La pandemia obligó a retrasar la actuación, pero se ha retomado ahora con la intención de mejorar la calidad de vida del barrio.

El global de la actuación tiene un presupuesto estimado de alrededor de 1,8 millones de euros y el siguiente paso de la tramitación será licitar el proyecto, con el objetivo de que pueda hacerse en torno al mes de septiembre para que los trabajos arranquen a comienzos de 2023.