El PNV plantea tres proyectos para apurar el gasto

Irun – La noticia del reparto de los fondos anticovid del Gobierno estatal entre los municipios de Gipuzkoa ha pillado a Irun en plenas negociaciones presupuestarias. Según anunciaban la semana pasada desde Diputación, a la localidad bidasotarra le corresponden 2,1 millones de euros; una cantidad importante que ha sido recibida muy positivamente tanto por parte del Gobierno local, pues el alcalde José Antonio Santano congratuló ayer que "se haya respetado la autonomía de gestión y decisión de los ayuntamientos", como por parte de los grupos de la oposición.

El grupo local del PNV celebraba también ayer la nueva inyección de capital que recibirá próximamente el Consistorio irundarra, sobre todo teniendo en cuenta que esos dos millones "se suman a los 772.000 euros que va a recibir el Ayuntamiento en forma de subvenciones y que no se incorporaron como ingresos en el proyecto de presupuestos del Gobierno municipal", como explicó ayer el portavoz jeltzale Xabier Iridoy.

Con el objetivo de "no desaprovechar la capacidad presupuestaria" con la que el Ayuntamiento de Irun va a contar de manera inmediata, desde el PNV lanzaron ayer tres nuevas propuestas que suman un monto total de 1,55 millones de euros y que buscan seguir dándole a Irun "el impulso que necesita".

La primera de esas tres actuaciones es la de la reurbanización de la calle Poxpologile, en Dunboa. Como subrayó el edil Iosu Iguiñiz, se trata de una vía que sufre "desde hace ya muchos años" de problemas de accesibilidad, debido al mal asentamiento de las aceras y la calzada, presentando la zona un deterioro generalizado. En concreto, lo que se detecta en la calle son problemas relacionados con pendientes transversales muy elevadas en las vías peatonales, producidas por el hundimiento de uno de los lados de la acera con el paso de los años.

Esta problemática genera múltiples afecciones a los vecinos, dificultando el tránsito por las aceras y provocando que los accesos a algunos portales no estén correctamente nivelados. Además, la reurbanización plantearía también la renovación de las redes de iluminación y saneamiento. Aunque el proyecto de reurbanización contempla un presupuesto de dos millones de euros, Iridoy aclaró ayer que el PNV plantea incorporar la propuesta a las cuentas de manera faseada, con 650.000 euros este 2022 y la cantidad restante (1.350.000 euros) el año que viene.

Otra de las propuestas del grupo jeltzale es la compra del edificio situado en el número 55 de la calle Juan Thalamas Labandibar. Se trata del último edificio habitado de la carretera entre Osinbiribil y Behobia, y los jeltzales plantean incorporar 800.000 euros al presupuesto de este año para poder empezar a negociar su adquisición con los propietarios de las siete viviendas existentes en el inmueble.

Finalmente, desde el PNV proponen construir un mirador de uso público a las orillas del Bidasoa en la parcela contigua al número 55 de la calle Juan Thalamas Labandibar. El espacio carece de uso a día de hoy y el proyecto plantea la colocación de una tarima integrada en el terreno con bancos y paneles informativos, sin alterar las rasantes actuales. El presupuesto de este último proyecto sería de 100.000 euros.

Iridoy aseguró que estas dos últimas propuestas se enmarcan en la apuesta del grupo jeltzale por ir recuperando los tramos naturales del borde del río Bidasoa que hasta ahora han estado degradados, sin accesos y que tienen un gran valor medioambiental, para integrarlos en la trama urbana de modo que queden a disposición de la ciudadanía bidasotarra.