Un pasajero de un autobús que fue interceptado por la Policía Nacional en la muga en Irun con más de un kilo de cocaína ha sido condenado a cinco años y medio de cárcel por tráfico de drogas, tras intentar huir, resistirse a ser detenido y lesionar a los agentes que lo capturaron.

Inicialmente, la Fiscalía reclamaba ocho años y medio de prisión para este hombre pero, según recoge la sentencia del caso, durante el juicio alcanzó un acuerdo de conformidad con el Ministerio Público y reconoció los hechos.

De esta manera, finalmente ha sido condenado a cinco años y medio de prisión como responsable de un delito contra la salud pública y otro de resistencia a agentes de la autoridad con la atenuante muy cualificada de drogadicción.

Asimismo, deberá abonar una multa de 600 euros como autor de dos delitos de lesiones leves y compensar a los agentes heridos con 350 y con 175 euros respectivamente.

No obstante, la resolución judicial, a la que ha tenido acceso EFE, suspende al procesado la pena de prisión con la condición de que no vuelva a delinquir en los tres próximos años y siga un tratamiento de deshabituación a las drogas "hasta su finalización".

Autobús de París a Barajas

Los hechos sucedieron sobre las 21.00 horas del 10 de enero de 2023, a la altura del peaje de Irun, donde el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) había montado "un control preventivo de viajeros de transporte público", en el que los agentes dieron el alto a un autobús que cubría la línea entre París y el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas (Madrid).

En el interior del vehículo, los policías interceptaron al procesado, quien portaba una mochila con 90 "cartuchos" de cocaína "en forma de bellota" con un peso de 1.318,5 gramos con una riqueza del 62,71 % y que podría haber alcanzado un valor de 108.341 euros en caso de haber sido vendida al por menor en el mercado ilícito.

Tres detenidos en Irun por vender cocaína en un bar

Tres detenidos en Irun por vender cocaína en un bar

El texto aclara que en el momento de ser detenido, el hombre que poseía esta sustancia "con la finalidad de destinarla a su posterior distribución", se dio a la fuga a la carrera hasta que finalmente fue interceptado nuevamente por tres de los policías del dispositivo, a pesar de lo cual "forcejeó" con ellos para intentar continuar la fuga.

En este incidente, dos de los agentes sufrieron distintas heridas y erosiones superficiales.

La sentencia concreta que cuando sucedieron los hechos el procesado era dependiente de los tóxicos y que cometió los hechos con la finalidad de obtener medios "con los que satisfacer su dependencia"