La tension en el ambiente municipal de Irun aumenta a medida que se acerca la fecha de ir a votar. La encuesta que realizó EITB el pasado mes de marzo ya apuntaba a una pugna cerrada entre el PSE y el PNV. En la horquilla del sondeo, el peor resultado de la candidatura que lidera el actual alcalde José Antonio Santano igualaba con el mejor pronóstico atribuido a la plancha de Xabier Iridoy, alcaldable por el PNV. Ambos empataban a ocho concejales.

Hay que tener en cuenta que se trata de una pelea por liderar Irun los próximos cuatro años y plasmar en la próxima legislatura proyectos clave para la ciudad en los que ambas formaciones colisionan en sus formulaciones.

Desde esta discordia se explica la airada reacción del delegado socialista de Urbanismo Miguel Ángel Páez al anuncio que realizó el PNV de presentar alegaciones al proyecto de Vía Irun con un doble propósito: mantener viva la posibilidad de construir un segundo puente sobre la playa de vías, uniendo las zonas de Pío XII y San Miguel, y reservar un espacio para edificar el futuro gran ambulatorio del centro.

Declaraciones de trazo grueso en las que Páez calificó a Iridoy de “punto negro” de la política municipal, la nota que desafina en el “buen clima” que, en su opinión reina en el Ayuntamiento. “Es un candidato enfadado y no se da cuenta que hablamos de Irun y de sus oportunidades y no de él y sus obsesiones”, opinó.

La reacción del dirigente socialista trata de desacreditar a la única opción que puede descabalgar el PSE de la alcaldía de Irun. No solo en Vía Irun o en el proyecto del ambulatorio el PNV defiende propuestas diferentes. Lo mismo ocurre en ámbitos como Korrokoitz, o con el traslado de las instalaciones de Plaiaundi a Txenperenenea.

El PNV no ha permanecido callado y ha hecho pública un nota de respuesta, en la que emplaza al PSE a “una campaña limpia y de ideas. Por cada insulto propondremos un nuevo proyecto. Sólo el que no tiene ideas es quien insulta y muestra nerviosismo”. En el escrito, el PNV concluye señalando que “Irun necesita un cambio de gestión, salir de la parálisis que vive, y hoy las alternativas y proyectos los tiene el PNV”. En este sentido, emplazan a la Alcaldía y al Gobierno municipal a escuchar las propuestas de los jeltzales contenidas en sus alegaciones “porque son mejoras”.