No todas las unanimidades son iguales. El Pleno de la Corporación celebrado esta semana fue un ejemplo de esto. De las cuatro propuestas del Gobierno, tres salieron adelante con apoyo de todos los concejales; también con consenso total se aprobaron dos de las cuatro mociones propuestas por los grupos. Pero no todas las unanimidades son iguales.

La que refrendó el nuevo diseño de las líneas de autobús urbano es especial. Lo es porque la propuesta primigenia del equipo de Gobierno, a finales de enero, no encontró más apoyo que la del grupo gobernante, el PSE, y ahora, remodelada, ha reunido a todos. No sólo a los grupos, sino a las entidades ciudadanas que participan en la Mesa de Movilidad, convocada dos veces entre los dos intentos de aprobación plenaria. El visto bueno de la participación ciudadana es el pegamento real de esta unanimidad, bajo la que sigue habiendo discrepancias más o menos profundas.

Lo que menos consenso suscita en esta nueva propuesta es la Línea 3, la del microbús. Tanto que el PP presentó una enmienda para que éste vehículo haga su ruta, cada media hora, a través de León Iruretagoyena, en vez de ese «lazo que se propone y que supone 3.700 kilómetros extra anuales», señalaba la portavoz popular Juana de Bengoechea. León Iruretagoyena, no muy conocida por su nombre, es la calle que une el paseo de Colón con Prudencia Arbide, hacia Larreaundi. La clave está en que el Gobierno postula que, en el momento en el que León Iruretagoyena hace de nexo entre la plaza de San Juan y la calle Mayor, sea totalmente peatonal. Al menos de momento. El alcalde, José Antonio Santano, se ha comprometido varias veces a «un debate sobre esa peatonalización. Pero va más allá de la movilidad, tiene que ser un debate sobre el modelo de ciudad», reiteraba en la sesión plenaria.

A Bengoechea no le terminaba de valer. «El debate será por la despeatonalización, y mientras tanto va a ser peatonal por el artículo 33. El Gobierno está en su derecho, por supuesto, pero también nosotros de mostrarnos en contra. Votaremos a favor del dictamen, pero presentamos la enmienda para que se entienda que con esta parte estamos en desacuerdo». El PP contó con el apoyo de EAJ-PNV «porque si hasta el 2 de mayo es peatonal y a partir de esa fecha, cuando el nuevo diseño de los autobuses entre en vigor, pasa el autobús, tendríamos una mejor base para el debate que propone el alcalde», explicaba el portavoz jelzale Xabier Iridoy. Ezker Batua se abstuvo, entendiendo que «es una cuestión relativa que no modifica lo sustancia», decía Manuel Millán. La enmienda no prosperó porque a los nueve votos socialistas se sumaron los cinco de Bildu. Oinatz Mitxelena, portavoz de la coalición, argumentó que «el debate debe ir más allá de esta peatonalización. Debemos debatir sobre cómo queremos que sea Irun, cómo queremos que sea el centro; así quedamos en la Mesa de Movilidad. Ahí podremos presentar cuál es nuestro modelo. Ése será el momento, no éste».

El propio Mitxelena señaló más tarde que el «acuerdo es de mínimos», y valoró como «importante» que «se revise el funcionamiento de los autobuses cada 6-12 meses». Millán enumeró «muchas mejoras parciales respecto de la anterior propuesta del Gobierno» y una «mejora general: la parada, frente a la antigua visera, donde confluyen todas las líneas». El PP sumándose a lo dicho por los anteriores subrayó la importancia de hacer que las líneas «sean comprensibles» y el PNV dijo que esta propuesta es mejor porque «va a dar un mejor servicio» que el que hubiera dado la que la oposición rechazó el 25 de enero. Todos los portavoces coincidieron en agradecimientos mutuos por el trabajo realizado y, especialmente, destacaron el de las entidades ciudadanas participantes en la Mesa de Movilidad. «Nos marca el camino para el futuro en otros temas también», decía Iridoy.

Santano cerró el turno de debate expresando el deseo de que «de verdad hayamos acertado con este diseño y los ciudadanos cojan más el autobús, que es lo importante».

IRUN

Una enmienda de EB sobre polideportivos se aprobó con seis votos y 19 abstenciones

 

Ezker Batua llevó al Pleno una moción de la Comisión de Usuarios de los polideportivos que presentó, desde el público, Pedro Salvador Carreño en nombre de este grupo. El texto pedía que hasta que una modificación de la Ordenanza de Tasas en su apartado de Bonificaciones y exenciones, no actualice las tablas a niveles acordes a la realidad, se tomen algunas medidas como instituir bonos de familias numerosas o descuentos del 50% para mayores de 65 años. El portavoz de EB, Manuel Millán, la delegada de Deportes, Belén Sierra, y el alcalde, José Antonio Santano protagonizaron un intenso debate antes de la votación, que se resolvió con los votos a favor de EB y Bildu y la abstención del resto. El PSE, en el Gobierno, pudo impedir su aprobación con sus nueve votos, pero indicó que «una moción no es la herramienta adecuada para modificar la gestión», ya que sólo insta al órgano competente, el Consejo del Patronato. Para lo que sí sirvió la discusión fue para que Santano se comprometiera a que las bonificaciones cuando se aprueben, tengan carácter retroactivo desde el 1 de abril.