La Federación Internacional de Balonmano (IHF, en sus siglas en inglés) ha adjudicado este martes a la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) la organización del Mundial femenino de 2029, en el que Gipuzkoa contará a Irun como sede. No solo eso, ya que según ha anunciado la propia RFEBM, la ciudad irundarra será el escenario de la fase final de la cita mundialista, con las semifinales y la gran final.

A comienzos de marzo la IHF publicó que España era la única candidatura que había mostrado su voluntad de suceder a Hungría, sede en 2027, y organizar la cita de 2029; a la que le seguirán la República Checa y Polonia en 2031. Estas designaciones, así como las masculinas para los mismos dos años (2029 y 2031) han sido refrendadas este martes en Créteil, cerca de París.

Las decisiones de la IHF en París

  • Campeonato del Mundo Femenino 2029: España.
  • Campeonato del Mundo Masculino 2029: Alemania y Francia.
  • Campeonato del Mundo Femenino 2031: República Checa y Polonia.
  • Campeonato del Mundo Masculino 2031: Dinamarca, Islandia y Noruega.

El consejo de la IHF se ha reunido en la previa de los sorteos de los grupos de los Juegos Olímpicos, pasadas las 17:00 horas de este martes.

Las sedes del Mundial

En el caso de la RFEBM, su intención inicial es que Galicia, Valencia y Andalucía cuenten con sedes, a diferencia del Mundial de 2021, que se disputó a orillas del Mediterráneo entre la Comunitat Valenciana y Catalunya. Junto a las otras tres comunidades autónomas, la intención de la Federación es que Gipuzkoa entre en el proyecto del Mundial. De hecho, junto al presidente del COE, Alejandro Blanco, y al presidente de la RFEBM, Francisco Blázquez, en la defensa de la candidatura que contará con Irun como sede guipuzcoana han participado, entre otros, la diputada foral de Deportes, Goizane Álvarez; la alcaldesa de Irun, Cristina Laborda; y el presidente del Bidasoa, Gurutz Aginagalde.

La final, en Irun

En el caso de Gipuzkoa, Irun era la plaza que más opciones tiene y así ha sido presentada en París, aunque en los planes iniciales la RFEBM tampoco dejaba de lado otros enclaves como Donostia con Illunbe, que en pocas semanas acogerá la fase final de la Copa de la Reina.

En el caso de la candidatura, la propuesta de la Federación Española es que Irun acoja el fin de semana final de la competición, con las semifinales y la gran final como gran colofón a la cita mundialista.

Semanas atrás la RFEBM reconocía a NOTICIAS DE GIPUZKOA que era todo un “aliciente” la posibilidad de estrenar un nuevo pabellón como el que se proyecta en Ficoba. Este mismo lunes el Ayuntamiento de Irun ha anunciado el comienzo de los trámites relativos a la ordenación urbanística en el ámbito próximo al recinto ferial, ya que una esquina de la parcela donde está previsto construir el pabellón no tenía los usos correspondientes, algo que había que solucionar antes de dar otros pasos.

La construcción de una nueva infraestructura, que cuenta con el respaldo de todas las formaciones políticas, viene impulsada sobre todo por los problemas del Bidasoa Irun con Artaleku, histórica instalación construida en 1987 que incumple ya gran parte de los requisitos de las federaciones internacionales y Asobal para acoger partidos oficiales.

Para contribuir a resolver este problema anunció la portavoz del Gobierno foral, Irune Berasaluze, una partida de 14 millones de euros que han quedado en el aire como todas las demás tras la negativa de EH Bildu, PP y Elkarrekin Gipuzkoa a aprobar los presupuestos forales de 2024.

Irun, cuya imagen está ligada con el balonmano a nivel internacional en gran medida gracias al Bidasoa, ya acogió un partido oficial de la selección española femenina valedero para la clasificación para el Europeo de 2022, con un éxito rotundo al agotarse las 2.000 plazas del histórico pabellón; algo similar a lo vivido tres años antes con un partido europeo del Bera Bera ante el Craiova rumano.

La RFEBM, satisfecha

El presidente de la RFEBM ha reconocido que, tras la organización del Mundial femenino en 2021, "este nuevo reto tiene muchas lecturas, desde la relevancia que hemos adquirido como Federación en el concierto internacional, como el respaldo nacional de las sedes que albergarán esta gran cita, que convertirán a nuestro país en la imagen del balonmano a nivel mundial".

En comparación con la cita de hace cuatro años, Francisco Blázquez ha confiado en "poder llevar a cabo el plan de promoción del balonmano femenino que, en 2021 no pudimos realizar, al estar inmersos en la pandemia del COVID-19. Este Mundial debe servir como la mejor correa de transmisión para poner en valor nuestro deporte, y la apuesta que, desde mi llegada a la Federación, diseñamos para relanzar el balonmano femenino”.