Txaro Ramos presidió la Asociación Argoiak hasta 2011. Se casó joven, es madre de cuatro hijos y también abuela.
LAS PREGUNTAS
1 Como mujer, ¿cuál es el mayor reto al que se ha enfrentado?
2 ¿Qué le sugiere la palabra 'empoderamiento'? ¿Y 'conciliación?
3 Comparando la situación actual con la de décadas anteriores, ¿qué ha mejorado? ¿Qué falta por conseguir?
4 ¿Cómo ve a las adolescentes y mujeres jóvenes?
5 ¿Cree que la lucha de nuestras madres y abuelas se valora por parte de las jóvenes?
6 En lo que se refiere a la tiranía del físico, ¿hemos ido a peor?
7 El sentimiento de culpa por no llegar a todo, la autoexigencia... ¿Los ha sentido?
8 ¿Qué opina del anteproyecto de la ley del aborto propuesto por Gallardón?
1 Cuando yo era muy joven, hice estudios de Piano pero no tengo el título, porque entonces una mujer no podía tener carnet de conducir, la titularidad de una línea telefónica... Ni un título universitario, si no estaba casada. Hoy en día parece impensable, pero era así hasta no hace tantos años. Me casé muy joven, a los 21, y a esa edad mi reto era cuidar a mis hijos y criarlos, no trabajaba fuera de casa. En el momento actual, me parece increíble que una mujer, trabajando en el mismo puesto que un hombre, cobre menos. Creo que conseguir cambiar eso es un reto muy importante para las mujeres.
2 Desde mi punto de vista, empoderamiento es que una mujer sepa valorar todo el bagaje cultural que llevamos dentro, y que tenemos simplemente por la experiencia. La cultura es lo que nos lleva al empoderamiento. ¿Conciliación? Es imprescindible, pero me parece que tiene que aplicarse tanto a las mujeres como a los hombres. Todavía hay muchas familias en las que es la mujer la única que 'concilia'.
3 Por conseguir falta muchísimo, pero no cabe duda de que también hemos logrado mucho: en el ámbito laboral, en materia de estudios... Se ha avanzado y se ha ido consiguiendo poco a poco. Sobre la violencia de género, hemos logrado que se denuncie porque la mujer se siente respaldada por la sociedad. Pero tenemos que hacer mucho más.
4 Me preocupan un poco. El mundo exterior está continuamente lanzándoles mensajes: compra esto, compra lo otro, ponte tacones, enseña el ombligo, que si los chicos... Es un bombardeo. Una chica de 14, 15, 16 años no puede procesar toda esa información y los retos que les ponen. Desde casa hay que hacer un trabajo muy importante. Puede que ahí las amonas tengamos mucho que aportar; ya que muchos padres y madres no tienen el tiempo necesario para hablar sobre estos temas en profundidad.
5 Creo que no, pero por lo mismo que quizá yo no valoro lo suficiente el hecho de que pueda votar. Y fíjate todo lo que tuvieron que pasar muchas mujeres para conseguir el voto... Si te paras a pensarlo claro que lo valoras, pero es que normalmente no lo hacemos.
6 Por supuesto, es parte de ese bombardeo externo que comentaba. Y también los chicos tienen presión en este sentido. Creo que es importante, sobre todo entre los adolescentes, que tengan unas aficiones sanas que les permitan 'desconectar' de esas presiones.
7 No, creo que no... Espera, pues sí, sí que lo he sentido alguna vez. No me había parado a pensarlo. Esas veces que estás paseando o tomando el sol en la playa, y piensas en que podrías estar haciendo otras cosas, dando tu tiempo... Nos cuesta reservarnos un rato para nosotras.
8 Desde mi punto de vista personal: las mujeres no abortamos porque nos parezca, de una forma frívola. Cada una tiene que opinar por sí misma, es ella misma la que debe decidir en libertad.
