Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 18 de Enero de 2022.

El grupo municipal EAJ-PNV ha aprovechado el aumento de recursos económicos disponibles para presentar tres nuevas enmiendas al proyecto de presupuestos del Gobierno municipal, al que ya había presentado anteriormente 26 correcciones parciales. Las tres nuevas suman 1,55 millones de euros y los jeltzales proponen financiarlas con parte de los 2,1 millones de fondos Covid que va a recibir el Ayuntamiento «directamente en su cuenta corriente», ha señalado el portavoz, Xabier Iridoy. Se trata de una aportación que el Estado hizo a las autonomías para paliar, al menos en parte, los efectos que sobre sus cuentas ha podido tener la pandemia. El Gobierno Vasco, que ha asumido muchos gastos en la prevención y en la batalla al Covid, incorporó a su caja la parte mayoritaria pero repartió lo restante entre las diputaciones. La de Gipuzkoa siguió un modelo similar y, en la última escala de distribución de fondos, a Irun le corresponden 2,1 millones.

Así, el PNV continúa en su defensa de que el Gobierno active todos los recursos a su alcance lo antes posible, «no vemos por qué habría que esperar a mayo», ha insistido Iridoy, en la línea de lo que ya habían expresado desde su grupo cuando presentaron las enmiendas, con financiación a cargo de partidas de ingreso que el área de Hacienda no había contabilizado (posibilidad de mayor endeudamiento y dos subvenciones forales). La más cuantiosa de las nuevas propuestas es la reurbanización de la calle Poxpologile, el eje central de Dunboa, «que se encuentra en muy mal estado, tanto en aceras como en viales», ha advertido el concejal del grupo Iosu Igiñiz, y cuyo proyecto está ya redactado. Son dos millones de euros que se propone dividir presupuestariamente, con 650.000 para este año y 1.350.000 para el próximo. También está redactado el proyecto para ejecutar un mirador hacia el río Bidasoa en el espacio verde que se abre entre la parcela del antiguo Vertiz Ford y el único inmueble residencial que queda en Juan Thalamas Labandibar. Serían 100.000 euros para el mirador y otros 800.000 tendrían como fin la adquisición de ese mismo edificio. El objetivo no sería agotar esa partida en la compra sino que «ésa es la cantidad que, de acuerdo con la legislación, parece necesario disponer para poder abrir el proceso de negociación con los propietarios» de las siete viviendas que se reparten en esa construcción. Iridoy ha explicado que estas dos últimas acciones «son un paso más en nuestra apuesta por integrar el Bidasoa en nuestra ciudad, para ir recuperando los tramos naturales del borde del río, degradados, sin accesos y de gran valor medioambiental, para uso y disfrute de la ciudadanía irundarra».