Unanimidad, colaboración y también serias discrepancias

Los grupos políticos municipales trasladaron ayer una imagen de unidad en la toma de decisiones que se agradece. Todos incidieron en que el momento requiere dejar de lado diferencias y buscar soluciones juntos, una idea en la que subyace la preocupación sobre por qué no siempre es así. Lo cierto es que tampoco ocurre ahora. O no del todo al menos.

Es verdad que en lo importante los grupos fueron a una pero sobrevolaba la sesión la sensación de que el PNV no terminaba de estar del todo a gusto. En los primeros debates dio algunas muestras, por ejemplo, achacando al Gobierno municipal «autocomplacencia y falta de autocrítica» porque de las 1.457 solicitudes de ayuda excepcional para microempresas y autónomos que se han recibido, son 854 las que se han abonado y el resto aún no. El Gobierno se defendió negando la mencionada complacencia, reiterando que se disculpa por los errores que pueda estar cometiendo y alegando que «se están haciendo los pagos en una media de 15 días tras recibir la solicitud, algo que no hace ninguna otra institución y es fácil comprobarlo».

El tono subió un punto de dureza en el cruce de pareceres entre Elkarrekin Podemos-IU y los jeltzales a raíz de lo que supone la «reformulación del presupuesto» que piden estos últimos y alcanzó el pico álgido en las mociones políticas. Fue especialmente a raíz de una de EH Bildu pidiendo a la Diputación diálogo con los Ayuntamientos. Los abertzales (también Elkarrekin y PP) acusaron a los jeltzales de hablar de coordinación y cooperación pero cuando les toca, no buscar consensos y actuar de forma unilateral. El PNV, como ya había hecho en otros momentos del pleno, atribuyó las acusaciones a la proximidad electoral.