Noticia publicada en Diario Vasco,el sábado día 22 de Junio de 2019.

De fiesta con mucho ritmo

Fin de curso. Los miembros del grupo de baile pusieron música, ritmo y color a la fiesta con la que Gure Altxor cerró la temporada. / F. DE LA HERA

El grupo de baile de esta asociación de mayores cuenta con más de 90 miembros y ayer mostró el resultado del trabajo realizado durante el año Gure Altxor celebró ayer su fin de curso en el exterior del Centro Social Iraso

IÑIGO MORONDOIRUN.Sábado, 22 junio 2019, 09:44

Gure Altxor, asociación de mayores de la ciudad, tiene un grupo de baile en línea con 95 miembros. «En realidad son tres grupos: uno de veteranos (que también hace baile por parejas), uno de iniciados y otro para los que empiezan», explica el presidente de la entidad, Ramón Berasategi. Llegó al cargo hace tres años y esta iniciativa ya estaba en marcha, «impulsada por Benito Álvaro, un voluntario que se encarga de impartir las clases». Berasategi lo tiene claro: «Es un fenómeno».

Por si 95 alumnos en sus clases no fueran ya suficiente muestra de mérito, resulta que hay «más de treinta en lista de espera». Para refrendar más si cabe aún su labor, ayer algunos de los miembros del grupo de baile en línea mostraron los resultados del trabajo realizado este año. Fue el principal acto de la fiesta de fin de curso que Gure Altxor celebró en el Centro Social Iraso, una exhibición como las que vienen haciendo últimamente con motivo de las jornadas de puertas abiertas que se organizan en otoño por el Día del Mayor.

GURE ALTXOR

300

socios tiene, aproximadamente, la Asociación Gure Altxor, que desarrolla sus actividades en Iraso y en Palmera Montero. Su grupo de baile lo forman 95 personas (con más de 30 en lista de espera) y además organiza gimanasia para mayores, gimnasia adaptada (5 grupos), yoga (6 grupos), lectura y escritura, costura, muxikos y varias salidas de día al año.

Además de los grupos de baile, la asociación organiza otros de yoga, gimnasia adaptada, gimnasia para mayores, costura, lectura y escritura, muxikos... Gure Altxor es un ejemplo de cómo la sociedad civil aprovecha las oportunidades cuando se le ofrecen las infraestructuras adecuadas. «Desde que abrieron Iraso empezamos a organizar más actividades y con la llegada de Palmera Montero hemos empezado a hacer otras cosas que antes no podíamos por falta de espacio», explica Berasategi.

La asociación tiene «aproximadamente 300 socios. De memoria no puedo dar la cifra exacta, pero sé que anda por ahí. En los últimos años hemos crecido mucho porque para participar en las actividades es necesario ser socio y sólo cuesta diez euros al año». A partir de ahí, algunas de las actividades son gratuitas porque las imparten voluntarios como Benito Álvaro en el caso del baile o Pilar Madrid, en la gimnasia para mayores; otras son de pago, «porque las llevan monitores profesionales». Lo que Berasategi agradecía tanto a los primeros como a los segundos «es su vocación y su seriedad. Todo empieza con una puntualidad exquisita y nadie falla nunca si no es por causa mayor. Por eso la gente está contenta, sigue participando y se apunta cada vez a más cosas», asegura.

Varias excursiones

Pero Gure Altxor también sale de vez en cuando de Iraso y Palmera Montero. «Hacemos un viaje comercial al mes. Son esas salidas en las que te llevan a ver un sitio y a comer por muy poco dinero y luego un comercial te ofrece algún producto y ya es cosa tuya si te interesa o no. Además, hacemos otras tres o cuatro al año que son excursiones de día de tipo cultural».

También el grupo de baile, en el que el presidente participa, hace sus propios viajes «de varios días. Siempre buscamos un hotel con un salón en el que podamos bailar. No voy a negar que últimamente hemos tenido algún problema porque se nos ha hecho un poco tarde bailando y nos han acabado llamando la atención porque había huéspedes que querían dormir», reconoce con una sonrisa.